Para sanar una herida el primer paso es ser consciente de ella, reconocerla e identificarla.
Aceptarla. Qué sucedió para generar esa herida. Y si no ha sanado, puede que sea porqué no has comprendido esa experiencia y tienes creencias limitantes y miedos asociados a ella. Por eso, se repite y vuelve a presentarse a tu vida.
Qué comportamientos la activan. Busca la creencia raíz de la herida. Si la tenemos en nuestro sistema de creencias atraerán experiencias que la activarán y causarán sufrimiento.
Cambiar la creencia que originó esa herida. Extraer la creencia limitante y substituirla por la positiva. Si damos poder a lo negativo, por qué no darlo a lo positivo.
ROMPER EL PATRÓN DE CONDUCTA.
Cada vez que alguien te toque la herida no reacciones.
Simplemente, RESPIRA.
Toma consciencia.
Haz algo distinto a lo habitual. O lo contrario.
Capítulo II. EL PERDÓN.
Anna desde el fondo del intersticio .