
Porqué a veces me he avergonzado de ser cómo soy o ser quién soy. No me he atrevido a ser yo misma, por miedo a no ser aceptada.
El hombre que se realiza en una superficialidad de su ser lejos de su columna esencial pierde el centro vital de su persona.
Nuestro ser clama por salir de su ocultación.
El ser se esconde en la oscuridad, revelándose en la ambigüedad; cuando me escondo me transparento, cuando me transparento me escondo.
Nuestros “mis” se revelan y se desvanecen.
¿Cuántas Annas conozco de mí misma?
Capítulo IV. EL AMOR.
La humillación.
Anna desde el fondo del intersticio.
♡♡♡
Me gustaLe gusta a 1 persona