
Somos peregrinos de la ausencia del lugar primigenio, el espacio-origen precursor anterior al ser.
A través de una memoria vaga, buscamos reconstruir el espacio original, que ya conocemos pero que hemos olvidado.
El despertar es la reiteración del nacer en el amor preexistente (en el espacio original) que nos revela nuestro ser oculto.
El amor elemento mirador entre las diferentes estancias de lo real. Despertar de las verdades y de la VERDAD.
¿En qué estancia estoy?
¿Cuál de mis yos se encuentra en ella?
Así, todo es sentido de alguna manera, previamente. Así, se revela la obra mediante el artista, que es canal y motor ejecutor del ente preexistente.
Antes de conocerte te presentí.
Así, estaba escrito que debíamos encontrarnos. Si. Así, estaba escrito el dolor que debía sentir aquí y ahora. NO. Así, no hay nada escrito. La vida es un acto de creación y creatividad. Sorpréndeme.
Así, no estás y estás, te ocultas pero te transparentas.
ODIO TENER RAZÓN. No la tengo.
El desconsuelo necesita un corazón potente, no devora a los débiles.
(Dovstoieswsky)
Capítulo IV. EL AMOR.
Echar de menos.
Anna desde el fondo del intersticio.